El magnesoceno, o bis(ciclopentadienilo)magnesio, es un compuesto organometálico significativo con la fórmula química Mg(C5H5)2. Se presenta como sólidos cristalinos blancos, notables por su alto punto de fusión de 180°C y punto de ebullición de 290°C. Este compuesto es altamente reactivo, particularmente sensible al aire, la humedad, el dióxido de carbono y el sulfuro de carbono, con la posibilidad de ignitarse al estar expuesto al aire.
Magnesoceno se sintetiza predominantemente a través de dos métodos: la reacción de bromuro de etilmagnesio con benceno y éter, seguida de la eliminación de etano para producir bromociclopentadienilmagnesio, que luego sufre una reacción a alta temperatura y baja presión para eliminar una molécula de bromuro de magnesio; o la reacción directa de magnesio metálico con isopreno a 500°C para deshidrogenar y formar Magnesoceno.
En el ámbito de la química, el magnesoceno desempeña un papel pivotal, especialmente como reagente para introducir grupos ciclopentadienilos en metales de transición. También es valorado como materia prima de alta pureza en la industria semiconductora y contribuye a la síntesis de intermediarios para productos farmacéuticos, pesticidas y colorantes.
Dada su naturaleza peligrosa, que incluye inflamabilidad y reacciones violentas con el agua, se requieren precauciones de seguridad estrictas durante el almacenamiento y transporte. Normalmente se almacena en cilindros de acero inoxidable, y el magnesoceno se clasifica como un químico peligroso de Clase 4.2.
Parámetros clave para el magnesoceno incluyen:
Garantizar el cumplimiento de las regulaciones de seguridad pertinentes durante el manejo del magnesoceno es crucial para proteger el bienestar de los operadores y mantener la integridad operativa.